Esta obra, ganadora en 1996 del premio a la mejor novela en la Feria...
Diego Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV, no consigue acabar el...
Esta es la edición completa, en un solo volumen, de Jesús de Nazaret, la...
A partir de 10 años. Esta obra maestra va sobre un príncipe que, de...
A partir de 4 a?os. Unos amigos intentan repetidamente cazar un p?jaro,...
Mi madre y la música es una bella evocación de la infancia, pero, sobre...
"La Celda Cerrada" es una novela biográfica que sigue la vida de Etty...
A las puertas de la Segunda Guerra Mundial, Edmund Husserl, filósofo...
Viena, 1936. Una mañana, un alto funcionario del ministerio, casado con...
Un libro que demuestra cuán entrelazada está la historia de las flores...
En stock
Antología de los textos que Simone Weil, la mayor pensadora del amor y la desgracia de nuestro siglo, fue anotando en sus Cahiers.
99 Artículo Artículos
¡Últimas unidades en stock!
Fecha de disponibilidad:
Antología de los textos que Simone Weil, la mayor pensadora del amor y la desgracia de nuestro siglo, fue anotando en sus Cahiers; textos que traducen una experiencia interior de una autenticidad y exigencia poco comunes. En ellos se refleja lo que, a lo largo de su breve existencia, Simone Weil anduvo buscando: el punto de intersección entre la perfección divina y la desgracia de los hombres. (fuente: editorial)
Nacida en Par?s en 1909, en el seno de una familia agn?stica de procedencia jud?a, asiste al liceo Henri IV donde tiene como profesor de filosof?a a Alain. Tras pasar por la Escuela Normal Superior, ense?ar? filosof?a en liceos femeninos de provincias, hasta que sus dolores de cabeza cr?nicos la obliguen a abandonar las tareas docentes. Vinculada a grupos pacifistas y al sindicalismo revolucionario, a finales de 1934 deja por un tiempo la ense?anza para trabajar en distintas f?bricas. Llevada por esta necesidad interior de exponerse a la realidad, asumir? a lo largo de su vida distintos trabajos manuales y participar? brevemente en la guerra civil espa?ola, en la columna Durruti. Entre 1935 y 1938 tienen lugar sus sucesivos encuentros con el cristianismo, que la hacen cruzar un umbral, aunque sin cambiar el sentido de su vocaci?n. Con la ocupaci?n alemana, abandona Par?s acompa?ando a sus padres, primero con destino a Marsella y luego a Nueva York. En contra de su deseo de volver a Francia para participar en la Resistencia, es destinada a labores burocr?ticas por los servicios de la Francia Libre. Consumida por la pena y por una anorexia voluntaria, muere en 1943 en el sanatorio de Ashford, cerca de Londres.