GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
Una preciosa antología de 8 historias, escritas como cartas de amor,...
Aunque se ha confundido con un libro infantil, El principito es en...
El perro, la enciclopedia, es una recopilación espléndida de todas las...
A partir de 12 años. Una de las novelas más leídas por los jóvenes de...
A partir de 5 años. Lucas estaba convencido de que había nacido para...
A partir de 10 años. No es un superhéroe normal. Tiene el poder de...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
Este libro nos presenta la historia de un hijo perdido, Miguel, que abandonó de joven su familia, que se casó en un país lejano y que murió en otro país lejano.
Viena, 1936. Una mañana, un alto funcionario del ministerio, casado con una bella y rica dama vienesa, abre una carta. Reconoce la letra azul pálido del sobre. Y esa caligrafía se hunde en su vida rutilante como la hoja de un cuchillo y la disloca de inmediato.
Makar Dévushkin lleva treinta años copiando documentos en un departamento administrativo de San Petersburgo y vive en la habitación más barata de una pensión, junto a la cocina. A través de la ventana ve, sin embargo, a la joven Varvara, pariente lejana suya, que es toda su alegría.
EN UNA OCIOSA Y TRANQUILA CASA DE VERANO SE CIERNEN LAS SOMBRAS DEL CONFLICTO Corre el año 1906, y el gobernador de San Petersburgo, Yégor Rasimkara, ha cerrado la universidad a raíz de las protestas estudiantiles y se ha refugiado en su casa de campo, donde pretende proteger a su familia y a sí mismo de las amenazas de muerte.
«Una carta –dice Marina Tsvietáieva- es una forma de comunicación fuera de este mundo, menos perfecta que el sueño, pero sujeta a sus mismas leyes.
En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres.