GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, sus...
Jasid es un perro blanco, con una mancha amarilla en la frente en forma...
Diario de un profesor novato narra, con un estilo ir?nico y tierno,...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un...
En esta obra, Viktor Frankl explica la experiencia que le llevó al...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
Existen innumerables obras de viajes por las tierras más exóticas. Pero ninguna donde la travesía se prolongue cuarenta años. Esta gesta, al alcance de muy pocos, ha marcado la existencia de uno de los aventureros más extraordinarios del siglo XX. Y también uno de los más generosos y entregados.
En la década de los cincuenta May Sarton compra una casa de campo del siglo XVIII en Nelson, Nuevo Hampshire. Siempre había soñado con la casa ideal y con una nueva vida en ella. Anhelo de raíces son sus memorias sobre cómo compró esa primera casa y sobre los primeros diez años que vivió en ella.
Sarton escribe con un riguroso sentido de la observación y una gran carga emocional sobre el mundo interior y exterior: las estaciones, la vida cotidiana, los libros, la gente, las ideas.
Los filósofos, aunque no solamente ellos, tendemos por lo general a tener dos vidas, la de nuestros pensamientos elevados y, por contraposición la real de nuestra cotidianidad, a veces incluso miserable por incapacidad de alcanzar lo perfecto. (fuente:editorial)
A su llegada a la finca, se descubre «sumamente analfabeta», su única experiencia eran las macetas en los alféizares o en las terrazas de las casas de ciudad.
Escrita veinte años después de los acontecimientos evocados,¡Tierra, tierra! sitúa al lector como testigo directo de la agonía de la cultura europea, del proceso brutal de bolchevización emprendido por Rusia y de la indiferencia de Occidente hacia la suerte de cien millones de europeos.
San Michele es el nombre que el médico sueco Axel Munthe dio a la villa que compró en Capri en 1887. Construida en el punto más alto de la isla —en el lugar que antes ocupara la residencia del emperador romano Tiberio—, Munthe pasaría allí el resto de sus días, convirtiéndola poco a poco en un refugio de belleza para su singular personalidad
Alguien da la luz dentro de mí, cuando miro a mi madre. Cómo llena el vaso en la cocina. El agua parece más clara de lo normal cuando es ella quien me la ofrece.
Estas Memorias que publicamos completas por primera vez en español son el resultado de un manuscrito que quedó inconcluso a la muerte de Anna Grigoriévna, segunda mujer de Dostoievski, en 1918, a los 72 años de edad;
Mi vida es el relato en primera persona de la apasionante historia de un hombre que llegó a ser papa.
Theodor Kallifatides emigró de Grecia a Suecia en 1964. En Un nuevo país al otro lado de mi ventana explora sus orígenes griegos y la persona en la que se ha convertido después de décadas de vida en Suecia.
Lo que no muere nunca es la autobiografía de Takashi Nagai, en la que el autor recorre su vida, desde la infancia hasta el día de la explosión de la bomba atómica.