GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, sus...
Jasid es un perro blanco, con una mancha amarilla en la frente en forma...
Diario de un profesor novato narra, con un estilo ir?nico y tierno,...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un...
En esta obra, Viktor Frankl explica la experiencia que le llevó al...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
Con su estilo único y sensibilidad inconfundible, Anne Tyler (Pulitzer 1989) nos brinda una intensa historia ganadora del National Book Critics Circle Award en 1986, y que dio origen y título a la aclamada película protagonizada por Geena Davis y William Hurt en 1988.
Secretos, ambiciones, crisis y decepciones cotidianas son los hilos con los que Anne Tyler teje esta maravillosa novela que respira realidad y que le valió el Premio Pulitzer en 1989.
Guy, centro de un nutrido círculo de familiares y amigos, está en su lecho de muerte. Sus ojos releen por última vez la «Odisea» mientras su esposa Gertrude recibe el apoyo de una cohorte de allegados (intelectuales, artistas, abogados y miembros del Parlamento) que se dejan caer por la casa cada semana.
El libro más celebrado de Serguéi Dovlátov se recrea en el escaso contenido de la maleta que lo acompañó en su exilio.
«Necesito tratar con buenas personas», dice el joven príncipe Lev Nikoláievich Myshkin al llegar a San Petersburgo, después de pasar cuatro años en un sanatorio suizo tratándose el «mal caduco». Apenas tiene dinero y su única esperanza es una pariente muy remota, Lizaveta Profófievna Yepanchiná, casada con un general retirado y madre de tres hijas.
Los fuegos de otoño de Irene Némirovsky escrita en la primavera de 1942, al mismo tiempo que Suite francesa y pocos meses antes de la muerte de la autora, publicada a título póstumo en 1957, sobrevivió milagrosamente a los estragos del nazismo
Anna la dulce, obra clásica de la literatura húngara del siglo XX, es una novela profundamente conmovedora.
Una mujer de cincuenta años, Inés, profesional liberal, acomodada, casada y con dos hijos ya adolescentes, da un golpe a su vida y la pone del revés. ¿La razón? Algo tan extravagante como haber dejado de teñirse las canas.
La dramática historia personal de Hans Horn, un muchacho alemán que en tiempos del nazismo se ve envuelto en los movimientos ciudadanos que lo llevarían a militar en las juventudes hitlerianas y en el ejército alemán como músico, hasta que se ve obligado a combatir en el frente ruso durante la II Guerra Mundial. Una narración plagada de extraordinarias...
Soma Morgenstern (saludado por Robert Musil, Stefan Zweig, Josef Roth o Walter Benjamin como uno de los grandes autores del siglo XX) escribió entre principios de los años 30 y 1943 la que probablemente sea una de las mejores sagas judeo-alemanas jamás escritas: Destellos en el abismo.
Septiembre de 1899. En una pequeña ciudad de provincias del Imperio austrohúngaro, Alondra, la hija de los Vajkay, se dispone a pasar una semana de vacaciones con sus tíos.
El caminante narra la historia de un peculiar y sutil triángulo cuyos vértices conforman Jiro, su hermano Ichiro y la esposa de éste, Nao. Atrapados entre tradición y modernidad, los personajes deambulan por un Japón hambriento de cambio y de progreso que se enfrenta a una metamorfosis demasiado rápida.