GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, sus...
Jasid es un perro blanco, con una mancha amarilla en la frente en forma...
Diario de un profesor novato narra, con un estilo ir?nico y tierno,...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un...
En esta obra, Viktor Frankl explica la experiencia que le llevó al...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
Es éste un inventario, sin duda incompleto, de las cosas, pequeñas y grandes, que no pertenecen al mundo, un inventario de las “cosas del espíritu”: Gratitud, Silencio, Serenidad, Escucha, Desprendimiento y otras muchas.
La novedad de las siguientes páginas incide en un acercamiento de las filosofías de Hannah Arendt y de María Zambrano, tan alejadas en su tono de enunciación, pero paralelas en su deseo por estirar los límites de la razón más allá de lo aceptado por los cánones.
Una historia desagradable fue escrita y publicada en 1862 tras un breve viaje del autor por España. Se publicó ese mismo año en la revista Vremia (Tiempo).
A partir de 3 años. Acompaña a Ardilla en la búsqueda del ladrón de hojas. ¿Será capaz de verlo al final?
A partir de 6 años. Un recorrido sosegado por los caminos de Europa, en el que cada parada será una experiencia inolvidable a través del tiempo y de parajes llenos de detalles con los que disfrutar del juego visual.
En los últimos días de la Edad Heroica de las exploraciones, Ernest Shackleton soñó con atravesar a pie el helado corazón de la Antártida, un lugar de mares feroces, montañas inexploradas y un frío helador.
Desde su habitación al sótano de una casa muy tétrica, Clementina sueña un lugar mágico lejos de la Gran Ciudad Negra.
El señor Tomás quiere preparar una sopa de verduras para su nieta Ana, pero la tarea no resulta fácil por culpa de una zanahoria tozuda.
Richard Strauss, considerado el mayor compositor de su tiempo, decide permanecer en la Alemania nazi y aceptar la presidencia de la Cámara de Música del Reich con el propósito de proteger a su familia.
A las puertas de la Segunda Guerra Mundial, Edmund Husserl, filósofo judío y fundador de la fenomenología, falleció dejando más de cuarenta mil páginas manuscritas, legado que en la Alemania nazi estuvo muy cerca de desaparecer.
Catherine Meurisse tuvo la enorme fortuna de crecer en el campo. Allí estuvo rodeada de piedras y árboles, pero también de una «obra» en marcha: la finca que sus padres estaban renovando para instalar allí a toda su familia.
Existen innumerables obras de viajes por las tierras más exóticas. Pero ninguna donde la travesía se prolongue cuarenta años. Esta gesta, al alcance de muy pocos, ha marcado la existencia de uno de los aventureros más extraordinarios del siglo XX. Y también uno de los más generosos y entregados.