GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, sus...
Jasid es un perro blanco, con una mancha amarilla en la frente en forma...
Diario de un profesor novato narra, con un estilo ir?nico y tierno,...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un...
En esta obra, Viktor Frankl explica la experiencia que le llevó al...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
En stock
Como una niña que se niega a comer lo que le ponen en el plato, la protagonista de este libro no entendía las líneas que pasaban ante sus ojos y escupía las palabras. Le gustaban la brevedad, la música y las imágenes de la poesía, pero obstinadamente se negaba a tragar las grandes novelas.
100 Artículo Artículos
¡Últimas unidades en stock!
Fecha de disponibilidad:
Como una niña que se niega a comer lo que le ponen en el plato, la protagonista de este libro no entendía las líneas que pasaban ante sus ojos y escupía las palabras. Le gustaban la brevedad, la música y las imágenes de la poesía, pero obstinadamente se negaba a tragar las grandes novelas. A veces, los planes ideados por su padre, un prestigioso pediatra, la llevaban a leer novelas negras que sí la cautivaban; pero nunca Madame Bovary, por ejemplo. Entusiasta y optimista desde bebé, la protagonista, que no es otra que la propia autora, pensaba que al acceder al lenguaje estaría en condiciones de decirlo todo. Habría una palabra para cada sensación, para cada cosa vista, tan eficaz como el dedo que apunta al cielo con un grito inarticulado y que significa al mismo tiempo: avión, velocidad, flecha, ruido, miedo, belleza, relámpago, cohete, estrella, azul. Pero las palabras, sentía Agnes ya de adolescente, eran imprecisas, poco numerosas, rígidas y ocupaban mucho espacio. Hasta que todo cambió. Eso sí: muchos años después. (fuente:editorial)
Agnès Desarthe nació en París en 1966, hija de padres judíos procedentes de El Líbano y Rusia. En 1993, su primera novela, Quelques minutes de bonheur absolu, la descubrió como una de las escritoras francesas más relevantes de su generación. La segunda, Un secreto sin importancia, la consagró: obtuvo el premio Livre Inter de 1996 y vendió 50.000 ejemplares en sólo un mes. En España fue publicada por Mondadori al año siguiente. Esta misma editorial publicaría en 2000 Cinco fotos de mi mujer. Desarthe es autora también de novelas como Mangez-moi (2006); Le remplaçant (2009), Dans la nuit brune (2010) o Ce qui est arrivé aux Kempinski (2014), así como de numerosos libros para niños y traducciones de autoras como Virginia Woolf o Cynthia Ozick.