GALITZIA. Relato autobiográfico de una infancia feliz transcurrida en...
Cuando reciben la noticia de que ha muerto el juez Iván Ilich, sus...
Jasid es un perro blanco, con una mancha amarilla en la frente en forma...
Diario de un profesor novato narra, con un estilo ir?nico y tierno,...
Heroína de la resistencia a la ocupación nazi de su patria, ella, junto...
La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un...
En esta obra, Viktor Frankl explica la experiencia que le llevó al...
Ser un buen oyente, nos dice Plutarco, es un arte que todos deberíamos...
A partir de 11 años. Tania es pelirroja y tiene los rizos de un leon. Se...
te recomienda este libro.
Disponible en siete días
Para ahuyentar el tedio que padece desde la muerte de su marido, una mujer de mediana edad decide dejar la casa de campo donde ha vivido durante años y trasladarse a la ciudad.
100 Artículo Artículos
¡Últimas unidades en stock!
Fecha de disponibilidad:
Para ahuyentar el tedio que padece desde la muerte de su marido, una mujer de mediana edad decide dejar la casa de campo donde ha vivido durante años y trasladarse a la ciudad. Chabacana, mandona y sumamente quisquillosa, sobre todo en lo que respecta a sus hijas, traba amistad con la enigmática Scilla, y pronto las dos mujeres planean abrir juntas una galería de arte. Sin embargo, la aparente seguridad de la protagonista, que se diría bordea la soberbia, no la libra de ciertas decepciones… Una de las obras más celebradas de Ginzburg, llena del humor, la perspicacia y el irrenunciable realismo moral que tanto han aplaudido generaciones de lectores. (fuente:editorial)
Páginas | 104 |
Oriana Fallaci, que entrevistó a la autora, describió a Natalia Ginzburg con estas palabras: «Ni guapa ni elegante, con rebeca y falda de color azul ceniza, con ese aire un pelín apagado de tía soltera y sin edad definida... Pelo negro, pocas canas y un cuerpo compacto. Buenas piernas, de persona acostumbrada a caminar... Desde luego parece una mujer sana, hecha para llevar cargas y dolores con entereza. Sorprende su voz, como de femme fatale. Es como si fuera la voz de otra, y te atrapa, te fascina...»
Pues esa mujer ni guapa ni elegante fue una de las voces más importantes de la literatura italiana del siglo XX. Nacida en Palermo en 1916, pronto se trasladó a Turín y luego, ya casada con Leone Ginzburg, vivió en Roma hasta que su marido fue asesinado en una cárcel de la capital por las fuerzas fascistas. Entre sus obras más conocidas, además de Léxico familiar, que en 1963 fue galardonado con el Premio Strega, destacan Las pequeñas virtudes, Querido Miguel, El camino que va a la ciudad, Familias y su colección de ensayos Las tareas de casa y otros ensayos. Ginzburg trabajó muchos años como redactora para la editorial Einaudi, en su sede de Roma, ciudad donde residía cuando murió, en 1991.