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CHINA. David Kidd vivió durante cuatro años (desde 1946 a 1950) en la ciudad de Pekín; en 1949, cuando los comunistas acababan de llegar al poder, se casó con la hija de una aristocrática y acaudalada familia china, y pasaría el tiempo que le restaba en la ciudad instalado en la mansión familiar de su esposa.
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CHINA. David Kidd vivió durante cuatro años (desde 1946 a 1950) en la ciudad de Pekín; en 1949, cuando los comunistas acababan de llegar al poder, se casó con la hija de una aristocrática y acaudalada familia china, y pasaría el tiempo que le restaba en la ciudad instalado en la mansión familiar de su esposa.
Allí se convertiría en testigo de la desaparición de la China milenaria: la revolución iba a suprimir rápidamente las antiguas tradiciones y las viejas formas de vida. Este libro contiene sus memorias de aquellos años: el retrato íntimo de un mundo elegante y refinado, de viejas costumbres milenarias, un retrato memorable y conmovedor porque el mundo que en él se describe iba a ser implacablemente destruido.
"Siempre tuve la esperanza" nos dice Kidd "de que algún académico joven y brillante se interesaría por nosotros y por nuestros amigos chinos antes de que fuera demasiado tarde, de que estuviéramos todos muertos y las maravillas que habíamos contemplado quedaran sepultadas en el olvido. Pero este joven no ha aparecido y, por lo que sé, soy el único cronista con material de primera mano sobre esos años extraordinarios que vieron el final de la vieja China y los comienzos de la nueva"
En este libro, Kidd consigue que todos esos sucesos extraordinarios vuelvan a la vida. (fuente:editorial)
(1927-1996) naci? en Corbin, Kentucky. A finales de 1946, tras licenciarse en la Universidad de Michigan donde hab?a estudiado Cultura China, se march? a la Universidad de Yenching, en Pek?n. All? estudi? poes?a china y dio clases de ingl?s en la Universidad de Qinghua. Vivi? en Pek?n durante cuatro a?os ?incluyendo los de la toma del poder por los comunistas?, en el transcurso de los cuales se empap? de la cultura art?stica del pa?s, frecuent? a ilustres expatriados como John Blofeld o William Empson y conoci? a la que ser?a su esposa. Su matrimonio con Aimee Yu, una joven de la aristocracia pequinesa, le permitir?a conocer de primera mano el desmoronamiento de la antigua China. En 1950 Aimee y David abandonaron Pek?n camino de Estados Unidos. En este pa?s Aimee comenz? su carrera como f?sica, mientras que David ense?? en el Asia Institute de Nueva York hasta 1956, a?o en que se instal? en Jap?n. All? dio clases en las universidades de Kobe y Osaka y se convirti? en un reconocido coleccionista de arte chino y japon?s. M?s tarde se instal? en Kioto y fund? la Oomoto School of Traditional Japanese Arts. Sus recuerdos de los ?ltimos d?as de la antigua China se publicaron en 1960 con el t?tulo de All the Emperor?s Horses y volvieron a editarse en 1988, revisados, como Peking Story.