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El hecho decisivo definitorio del hombre como ser consciente, como ser que recuerda, es el nacimiento o la `natalidad`, o sea, el hecho de que hemos entrado al mundo por el nacimiento. El hecho decisivo definitorio del hombre como ser desiderativo era la muerte o la mortalidad, el hecho de que dejaremos el mundo con la muerte.
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?Dicho de otro modo, el hecho decisivo definitorio del hombre como ser consciente, como ser que recuerda, es el nacimiento o la `natalidad`, o sea, el hecho de que hemos entrado al mundo por el nacimiento. El hecho decisivo definitorio del hombre como ser desiderativo era la muerte o la mortalidad, el hecho de que dejaremos el mundo con la muerte. Temor a la muerte e inadecuaci?n de la vida son las fuentes del deseo. Gratitud por el don absoluto de la vida es, en cambio, la fuente del recuerdo, pues incluso en la desdicha se celebra la vida: `Ahora eres desdichado y aun as? no quieres morir, no por otra raz?n que por querer vivir`. Lo que ?ltimamente aquieta el temor a la muerte no es la esperanza o el deseo, sino el recuerdo y la gratitud: `Da gracias por querer ser como eres, pues podr?as ser liberado de la existencia que no quieres. Pues t? quieres ser y no quieres ser desdichado`. Esta voluntad de ser bajo cualquier circunstancia es la se?al distintiva de la religaci?n del hombre a la fuente trasmundana de su existencia. A diferencia del deseo del `bien supremo`, tal religaci?n no depende en rigor de una volici?n; m?s bien caracteriza la condici?n humana como tal?. La lejana tesis de doctorado fue objeto de profunda revisi?n sistem?tica por parte de la propia Hannah Arendt en el momento de su plenitud reflexiva, en la primera mitad de la d?cada de los sesenta. Seguramente esta elaboraci?n ---que no lleg? a publicarse en vida de la autora pero que ha quedado recogida en la traducci?n espa?ola--- arroja una nueva luz sobre aspectos cruciales de la teor?a arendtiana de la acci?n: la noci?n de natalidad como fuente perpetua de novedad, la idea de un mundo espec?fico del hombre que surge precisamente por amor al mundo, la relevancia del pr?jimo en la construcci?n de este mundo, etc. (fuente:editorial)
Hannah Arendt (Hannover, 1906-Nueva York, 1975) es una de las figuras más relevantes de la teoría política del siglo XX, que alcanzó notoriedad por su análisis de la cuestión judía y del totalitarismo.
Nacida en el seno de una familia de origen judío, estudió Filosofía, Teología y Filología Griega en las universidades de Marburgo, Friburgo y Heidelberg, donde fue alumna de Martin Heidegger, Rudolf Bultmann, Edmund Husserl y Karl Jaspers. Dirigida por este último, se doctoró en Filosofía en 1928 con la tesis El concepto del amor en san Agustín.
En 1933, tras el ascenso del nazismo, se exilió en París, y en 1941 se estableció definitivamente en los Estados Unidos, donde ejerció la docencia en las universidades de Chicago y de Princeton y en la New School for Social Research de Nueva York.
Entre sus obras destacan Los orígenes del totalitarismo (1951), La condición humana (1958), Eichmann en Jerusalén (1963), Entre el pasado y el futuro (1961),Sobre la revolución (1963), Hombres en tiempos de oscuridad (1968), Sobre la violencia (1970), Crisis de la república (1972) y, editada póstumamente por Mary McCarthy, La vida del espíritu (1978).